Asipnor – Industriales Pesqueros

“Me acuerdo de la celebración de San Pedro y San Pablo como uno de los mejores momentos que he tenido”

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“Me acuerdo de la celebración de San Pedro y San Pablo como uno de los mejores momentos que he tenido”

En los últimos cinco años, la Corporación Norte Pesquero (CNP), mantiene vigente sus cuatro líneas de acción, donde una de las más importantes son los aportes educacionales para hijos de pescadores artesanales de la macrozona norte del país. Este año, 225 jóvenes recibieron este beneficio, mientras que 1.246 aportes se han concretado desde 2017 a la fecha.

Uno de los términos más utilizados en el último tiempo es la llamada Responsabilidad Social Empresarial (RSE), donde las empresas se hacen cargo de vincularse y ayudar a la sociedad donde están inmersas. En este caso, las pesqueras Camanchaca y Corpesca, canalizan diversos aportes directos a través de la Corporación Norte Pesquero y la Asociación de Industriales Pesqueros del Norte Grande (Asipnor) para los pescadores artesanales de la macrozona.

Ring, ring, ring… ¿Aló? Ernesto, hola ¿cómo estás? “Bien, gracias”. Así comienza el primer llamado con Ernesto Prieto, joven de 20 años que recibe por segundo año consecutivo uno de los aportes educacionales. Actualmente, cursa segundo año de ingeniería mecánica automotriz en Inacap de Antofagasta y en esta entrevista nos cuenta las dificultades que ha tenido durante la pandemia, su ligazón con el mundo pesquero y el fuerte apoyo de sus familiares para seguir adelante.

“Elegí mecánica por un tema de superación personal. Tuve un accidente y eso me marcó, entré para perder el miedo y dominarlo. He logrado avanzar en estos dos años, aún no al 100%, pero vamos en camino”, recuerda Ernesto.

Aportes
El joven antofagastino, cree que la labor de la CNP es muy importante y destaca su labor. “Se nota que la Corporación hace un buen trabajo. Desde el año pasado que el sistema de enseñanza es distinto por el Covid-19 y en algún momento pensé en dejar de estudiar. El apoyo de mi familia y la gente que se mueve para que esto siga, da un impulso. Este aporte me sirvió para pagar el internet, comprar un teléfono, los elementos de protección personal que me piden en la universidad, la verdad es que fue un alivio. Estoy muy agradecido”, indicó el estudiante.

Vida universitaria

Ernesto, desde que entró a la universidad, no ha podido conocer a sus compañeros físicamente y las aulas se trasladaron desde Inacap hasta su casa, ya que su segundo año como estudiante de la educación superior coincide con el segundo de pandemia. “Es difícil estudiar a distancia, afecta. Fue uno de los motivos por lo que pensé dejar la carrera. ‘La pandemia durará un par de meses’, dije, pero no fue así. La teoría es importante, pero lo que te hace mecánico es ‘meter las manos’, la práctica”, reflexionó Ernesto.

Vínculo con el mar

Desde muy chico, Ernesto convivió de cerca con el mar, junto a su familia acompañan a su padre a la caleta y las celebraciones de pescadores. “Mi papá creció ahí (ligado a la pesca). Me acuerdo de la celebración de San Pedro y San Pablo como uno de los mejores momentos que he tenido. Antes tiraban bengalas, comíamos sándwich de pescado, paseo en bote. Es una linda celebración y desde que tengo memoria me ha gustado, tengo los mejores recuerdos”, comenta con nostalgia el joven estudiante.

Estos aportes educacionales, son entregados año a año a quienes cursan estudios superiores en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta y que cumplan los requisitos de ser hijos o cargas directas de pescadores artesanales de la macrozona norte asociados a la Corporación Norte Pesquero.